jueves, 26 de enero de 2012

La filial española de AWS Truepower lidera un proyecto para obtener hidrógeno de la energía eólica



La Comisión Europea ha aprobado el proyecto H2OCEAN, que tiene entre sus objetivos captar energía eólica y procedente del oleaje marino para convertirla en hidrógeno, el carburante del futuro. El proyecto, que fue presentado ayer en el Parc Cientific de Barcelona, estará liderado por la filial española de la compañía de energías renovables AWS Truepower.
El objetivo del proyecto es diseñar una plataforma oceánica multiuso con energía eólica
El objetivo del proyecto es diseñar una plataforma oceánica multiuso con energía eólica. Imagen: AWS Truepower
Hoy se ha presentado en el Parc Científic Barcelona (PCB) el proyecto europeo H2OCEAN. Este proyecto, aprobado por la Comisión Europea a comienzos de este mes, tiene como objetivo diseñar un nuevo modelo de plataforma oceánica multiuso que integre varias actividades relacionadas con el sector alimentario y energético, como la generación in situ de hidrógeno a partir de energía eólica y procedente del oleaje marino; la creación de granjas de acuicultura o el tratamiento y suministro de agua potable.
El proyecto, liderado por la filial española de la firma estadounidense de energías renovables AWS Truepower, ubicada en el Parc Científic Barcelona, tiene una duración de tres años y un presupuesto de seis millones de euros, que estarán cofinanciados por la Comisión Europea dentro del 7º Programa Marco.
Según explica, Joan Aymamí, vicepresidente de AWS Truepower en España, la característica más destacable del concepto H2OCEAN “radica en la integración de varias actividades dirigidas a diferentes sectores económicos dentro de una misma plataforma, y en el aprovechamiento de la energía renovable generada en alta mar, convirtiendo su excedente en hidrógeno para ser almacenado in situ y transportado a la costa como fuente de energía verde”.
Reducción de costes
H2OCEAN pretende superar los problemas de eficiencia y de bajo rendimiento asociados a los actuales sistemas de la red de transmisión de las energías renovables desde alta mar, ya que el proyecto “estudiará su posible almacenamiento en pilas de hidrógeno”, señala Aymamí. Por tanto, “se eliminaría la necesidad de sistemas de transmisión por cable que suponen un elevado coste económico en infraestructuras y aumentan el precio final de la energía”, añade.
“El diseño integrado previsto permitirá, asimismo, aprovechar las sinergias entre las diversas actividades que se realizan dentro de la plataforma, reduciendo el impacto ambiental y aumentando el potencial social y económico de las nuevas actividades marítimas”.
'Spin-off' de la Universitat de Barcelona
La empresa AWS Truepower cuenta en su capital con la participación de  la spin-off Meteosim SL, fundada en el año 2003 por un grupo de investigadores del departamento de Astronomía y Meteorología de la Universitat de Barcelona junto con Meso Inc. Tiene su sede en el PCB y dispone de oficinas en EE UU, India, México, Ecuador y Argentina.
Además de AWS Truepower, en el consorcio del proyecto H2OCEAN participan 16 empresas e instituciones públicas de cinco países europeos con recursos y capacidades complementarias, así como firmas de referencia en los sectores de las energías renovables, la acuicultura, la generación de hidrógeno y el transporte marítimo.

Un nuevo servicio en línea ofrece información ambiental y cartográfica



Eye On Earth es un nuevo programa que permite a los usuarios crear mapas y visualizar los datos en materia ambiental en directo. Este servicio global de información pública reúne grandes cantidades de datos sobre medio ambiente en un formato visual de gran alcance.
Captura del programa 'Eye On Earth'. Imagen: EEA
Captura del programa 'Eye On Earth'. Imagen: EEA
EEA / SINC | 17 enero 2012 10:28
El programa Eye On Earth ha sido desarrollado conjuntamente por la Agencia Europea del Medio Ambiente (EEA, por sus siglas en inglés), un organismo de la UE y una red de líderes ambientales y socios de información, el desarrollador de sistemas de información geográfica Esri y Microsoft. Los socios mostraron este nuevo servicio durante la cumbre de Eye On Earth, celebrada en Abu Dabi el pasado diciembre.
La web consiste en mapas en línea que pueden ser manipulados por los usuarios. Sin necesidad de capacitación técnica, los usuarios pueden optar por añadir una gran variedad de capas en el mapa –por ejemplo, que muestren la contaminación, el desarrollo social, los factores económicos, el uso del suelo o el transporte– para crear nuevos conocimientos. Los creadores esperan añadir otras funciones de visualización de datos en el futuro, junto con nuevas herramientas de mapeo. Mapas y otros datos también pueden ser guardados y compartidos a través de los medios de comunicación social.
"Los problemas ambientales son cada vez más complejos e interconectados", ha dicho el director ejecutivo de la EEA, Jacqueline McGlade. "La buena noticia es que ahora hay un gran volumen de datos e información disponible, y está creciendo continuamente. Eye On Earth ofrece estos datos en un solo lugar, permitiendo que cualquiera con una conexión a internet pueda combinar y analizar información sobre su entorno".
Los proveedores de información oficial, como las instituciones ambientales nacionales, pueden cargar la información de su vasta red de estaciones de monitoreo. La EEA ha cargado grandes cantidades de datos en Eye On Earth para su uso libre y accesible. Esto incluye datos sobre el agua, aire, cambio climático, la biodiversidad y el uso de la tierra.
Otras organizaciones que también han subido datos son el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea (JRC), el Servicio Geológico de EEUU (USGS) y el gobierno de Abu Dhabi. Datos de los nuevos satélites de observación europeos también se añadirán en el futuro.
El servicio está dirigido a todos, desde los científicos, académicos y organizaciones no gubernamentales a los ciudadanos. Además, Eye on Earth es también una plataforma donde los individuos y organizaciones pueden enviar sus mediciones y observaciones. Su objetivo, dicen sus responsables, es que la información proceda de una "multitud de fuentes" (crowd source) de todo el mundo, y traer datos de diferentes sectores, incluyendo "ciencia ciudadana", conocimiento indígena o experiencia común.
Rob Bernard, director de estrategia medioambiental de Microsoft dijo que "transformar la información en conocimiento es esencial si queremos hacer frente a los enormes desafíos ambientales de la sociedad. No sólo se trata de aprovechar las nuevas tecnologías habilitadas por el cloud computing, sino también hacerlo de una manera en la que la interacción del usuario sea simple y poderosa.
La EEA, Microsoft y ESRI esperan revolucionar la forma en que la gente entiende información crítica sobre nuestro planeta . Estamos muy contentos y honrados de ser capaces de proporcionar tecnologías que ayuden a los ciudadanos ser más conscientes de los impactos ambientales sucediendo en el mundo en que viven".

Descubren 30 nuevos genes en el ambiente extremo de río Tinto



Investigadores del Centro de Astrobiología (CAB, INTA-CSIC) han identificado 30 nuevos genes en microorganismos de río Tinto (Huelva), un entorno muy ácido y con metales pesados. El hallazgo podría ser de interés en procesos de descontaminación, industriales o en biominería. Científicos del CAB también han partido esta semana para estudiar microorganismos en otro ambiente extremo de la Tierra: la Antártida.
Río Tinto
Río Tinto es uno de los ambientes de drenaje ácido de minas más importante del mundo. Imagen: CAB.
SINC/CAB | 25 enero 2012 12:56
Los sistemas de drenaje ácido de minas o rocas son los ambientes acuáticos más ácidos y enriquecidos en metales tóxicos de la Tierra. En esas condiciones extremas, científicos del Centro de Astrobiología de Madrid (CAB, INTA-CSIC), han descubierto 30 nuevos genes implicados en la resistencia a metales tóxicos como arsénico y níquel.
Los genes pertenecen a microorganismos del río Tinto en Huelva, desde bacterias quimiolitótrofas hasta una gran diversidad de organismos eucariotas como algas y hongos. El estudio lo ha dirigido el investigador Eduardo González-Pastor en el marco del Programa Consolider Ingenio 2010 del CSIC.
Los científicos han determinado que el descubrimiento puede ayudar a descontaminar espacios con abundantes metales tóxicos en suelos y acuíferos. Además, estos genes se pueden transferir a otros microorganismos que se podrán usar en distintos procesos industriales o en biominería.
El principal objetivo del proyecto, denominado Estudio de nuevos mecanismos de resistencia a metales en microorganismos extremófilos, era investigar los mecanismos de adaptación de estos microbios a ambientes y condiciones extremas en la Tierra.
Se ha investigado su diversidad, así como la variedad de mecanismos de resistencia a metales tóxicos, tanto en el agua como en las raíces de plantas que crecen en el río Tinto. Este entorno es tan extremo que representa uno de los ambientes de drenaje ácido de minas más importante del mundo.
Entorno ‘marciano’
De hecho, Río Tinto se considera un análogo de Marte. Durante los últimos diez años el CAB y la NASA han realizado proyectos para estudiar la diversidad biológica y la geología de la zona. El objetivo es comprender los límites de la vida, estudiar ambientes extremos y conocer qué mecanismos de resistencia usan estos microorganismos para sobrevivir.
Entre las especies que crecen en las orillas del río Tinto se encuentra un brezo endémico, Erica andevalensis. Durante el proyecto se han analizado los tipos de bacterias que colonizan las raíces de esta planta, así como la variedad de mecanismos moleculares que les permiten resistir las elevadas concentraciones de metales tóxicos.
   
Para realizar la investigación, se han empleado técnicas metagenómicas que han permitido clonar material genético de esos microorganismos. Muchos de ellos no se pueden cultivar y de esta forma se pueden estudiar en bacterias de laboratorio que sí lo permiten.
Este estudio se está completando con la utilización de muestras seleccionadas de otras zonas terrestres con condiciones extremas como la Antártida e Islandia. En el continente helado el equipo está investigando muestras de raíces de especies de plantas que crecen en el frío, y en la isla europea, microorganismos de aguas hidrotermales.
antartida
Los investigadores estarán en la Antártida hasta finales de febrero. Imagen: CAB.
Dos nuevos proyectos en la Antártida
Esta misma semana han salido hacia la base antártica española “Gabriel de Castilla”, en la Isla Decepción, dos grupos de investigación del CAB. Uno pondrá a prueba tecnología propia para detectar biomoléculas de interés en la exploración planetaria. El otro estudiará el efecto del cambio climático en microorganismos psicrófilos, es decir, 'amantes del frío'.
En el primer caso se utilizará SOLID3 (Signs of Life Detector, detector de señales de vida), un instrumento para la detección de microorganismos y moléculas biológicas mediante un biochip o biosensor en formato microarray de anticuerpos (LDCHIP400, Life Detector CHIP400).
El instrumento y el biosensor, desarrollados íntegramente en el CAB, constituyen uno de los instrumentos más avanzados de su categoría para la búsqueda de vida en exploración planetaria. Actualmente este equipo trabaja en colaboración con grupos de la NASA para proponer que SOLID forme parte de una misión astrobiológica a Marte.
Respecto al segundo proyecto, se pretende encontrar las claves moleculares de la adaptación a uno de los factores más influyentes sobre la vida, la evolución y la habitabilidad: la temperatura. Los organismos de las regiones polares están muy adaptados a su ambiente extremo y pueden ser muy vulnerables a las variaciones en el clima.
En este proyecto se realizarán diferentes muestreos en zonas de glaciares de la isla Decepción. Se tomarán muestras de hielo con el objetivo de evaluar y caracterizar el impacto del cambio climático a través del seguimiento de las especies microbianas. También se profundizará en los mecanismos de adaptación y evolución de los microorganismos en estos ambientes polares mediante la aplicación, una vez en el laboratorio, de técnicas de estudio del genoma y de las proteínas (genómica y proteómica).
Los análisis posteriores se centrarán en el estudio de la biodiversidad y de los complejos moleculares formados por proteínas de choque térmico. Éstas son las proteínas encargadas de amortiguar y reparar los efectos perjudiciales que provocan sobre las células situaciones de estrés térmico, como las bajas temperaturas a las que los microorganismos se ven expuestos en los ambientes polares.
Este grupo de científicos maneja los datos obtenidos en estudios previos sobre diversos glaciares europeos donde ya se ha observado una correlación entre la disminución en la biodiversidad microbiana y la regresión del hielo glacial.