martes, 16 de agosto de 2011

Un nuevo dispositivo ayudará a las personas invidentes a moverse con autonomía



Un equipo de ingenieros del Centro de Investigación en Tecnologías Gráficas (CITG) de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), coordinado por Guillermo Peris Fajarnés, ha desarrollado un nuevo dispositivo que ayuda a las personas invidentes a moverse con autonomía. Denominado EYE 21, el sistema ha sido galardonado con el Premio Vodafone a la Innovación en Telecomunicaciones.

EYE 21 es una herramienta electrónica que permite a las personas ciegas moverse por cualquier entorno con autonomía. El ciego, gracias a unas gafas de sol con dos microcámaras y unos auriculares, es capaz de percibir una imagen acústica del espacio hacia el que apunta con su nueva mirada. Su desarrollo es una continuación del proyecto europeo Casblip.
En su primera versión, el sistema hace un reconocimiento de formas y las sustituye por sonidos posicionados sobre la superficie de estas formas reconocidas. Las dos microcámaras analizan el espacio, crean un modelo tridimensional y hacen que suenen puntos de sonido que provienen de la superficie que se está analizando. De esta forma la persona invidente “oye el espacio” y su cerebro reconstruye la forma de esta a partir de los sonidos espacializados.
“Todos tenemos una capacidad natural para hablar al mismo tiempo que somos capaces de detectar la posición de una moneda al caer. Esa capacidad para representar el espacio con sonidos sin alterar otras actividades del cerebro es la base del funcionamiento del sistema. La combinación del uso de tecnología de reconocimiento de objetos junto con la representación sonora del espacio permite a la persona ciega recrear esos sonidos y percibirlos con su forma original”, apunta Guillermo Peris.
Para el investigador del CITG de la UPV, con este sistema el usuario va a disponer de un nuevo sentido de percepción del espacio 3D, diferente al de la vista, “y del que todavía no conocemos sus limitaciones, pero sí muchas de sus posibilidades”. Por el momento existen 4 prototipos y se pretende poner 10 en funcionamiento en las próximas semanas.
“Este avance, fruto de varios años y proyectos de investigación, supone una ayuda más para facilitar a las personas invidentes su integración, mejorando su calidad de vida”, añade Peris.
El premio concedido por la Fundación Vodafone está dotado con 20.000 euros.

viernes, 12 de agosto de 2011

La Unión Europea y Japón cooperarán en el desarrollo de la célula fotovoltaica más eficiente



El objetivo es producir células solares de concentración con una eficiencia de más del 45%, superando el actual récord mundial. La Universidad Politécnica de Madrid coordinará la participación europea.

Con 2014 como horizonte, la Comisión Europea (Unión Europea) y New Energy and Industrial Technology Development Organisation-NEDO (Japón) investigarán en un proyecto común para el desarrollo de células fotovoltaicas de concentración. El objetivo es lograr células con una eficiencia de conversión de luz solar en electricidad del 45%, superando el actual del 43,5% conseguido por Solar Junction (EE UU), y alcanzar la más alta eficiencia en el mundo.
La investigación, que reunirá la experiencia y tecnologías de Japón y Europa, también incluye elaborar una hoja de ruta para incrementar dicha eficiencia hasta el 50 y el 40%, respectivamente.
El proyecto Nueva Generación de Fotovoltaica de Concentración (NGCPV) es la primera iniciativa conjunta que la UE y Japón ponen en marcha en el marco del acuerdo de cooperación sobre tecnología energética, suscrito en 2008.
El profesor Antonio Luque de la Universidad Politécnica de Madrid será el coordinador del proyecto a nivel europeo, mientras que el profesor Masafumi Yamaguchi, del Toyota Technological Institute, será el coordinador por parte japonesa. En el proyecto participarán organizaciones de investigación del sector industrial, universidades y gubernamentales de Japón y de seis Estados miembros de la UE.
Adicionalmente al desarrollo y evaluación de células y módulos solares, se desarrollarán nuevos materiales y estructuras de la célula solar y se explorarán nuevos enfoques para estandarizar la tecnología de medición de las células de concentración fotovoltaica.
La nueva industria fotovoltaica de concentración (CPV) pretende “aprovechar los logros en eficiencia obtenidos con las células solares multiunión, ya hoy del 43.5%, colocando estas sofisticadas células solares en concentradores”, afirma Antonio Luque.
Drástica reducción de costes
El objetivo es conseguir una reducción drástica de costes. En esa línea trabajan intensamente investigadores en Europa, Estados Unidos y en Japón, especialmente sensibilizados. Además, España es un importante partner en este proyecto.
En el momento actual, explica el profesor Luque, el potencial de reducir costes es muy elevado. “Lo es tanto por el incesante avance del rendimiento, que ha aumentado en más de diez puntos porcentuales en la última década, como por las importantes reducciones de precio esperables de una óptica que usa nuevos principios de diseño (óptica anidólica) y por las numerosas alternativas en la construcción del concentrador que permitirán encontrar soluciones cada vez más económicas”, añade.
“De imponerse esta tecnología, indica Antonio Luque, que tiene que competir con la enorme experiencia de fabricación de las células solares convencionales (con más de 60.000 megavatios instalados ya en el mundo), los costes serían inferiores a los de la electricidad convencional sin ningún tipo de subvención”. Para mediados de siglo produciría más del 10% del consumo eléctrico mundial. “Esto –asegura- daría lugar a una industria mayor que la del automóvil, con un impacto medioambiental despreciable con respecto a la forma actual de producir electricidad.”
En la actualidad, España tiene instalados en su territorio el 75% de los 20 megavatios de CPV actualmente en el mundo, la mayoría de ellos fabricados por empresas españolas.
Equipo de Investigadores
El grupo de investigación de la UE, dirigido por el profesor Antonio Luque de la Universidad Politécnica e Madrid, está formado por el Instituto Fraunhofer para Sistemas de Eergía Solar (Alemania), el Imperial College de Londres (Reino Unido), la Agencia Nacional Italiana para las Nuevas Tecnologías, Energía y Desarrollo Económico Sostenible, BSQ Solar SL, (España), PSE AG (Alemania) y el Instituto Nacional francés para la Energía Solar.
Mientras que el profesor Masafumi Yamaguchi, del Toyota Technological Institute, será el principal investigador del grupo de Japón, que incluye Sharp Corporation, Daido Steel Co., Ltd., de la Universidad de Tokio y el Instituto Nacional de Ciencia Industrial Avanzada y Tecnología.
Este proyecto se llevará a cabo durante cuatro años, hasta el año fiscal 2014, con un presupuesto de cinco millones de euros concedidos por la UE y una cantidad equivalente en yens ( 650 millones) del NEDO.

martes, 9 de agosto de 2011

Desarrollan un hormigón más dúctil para resistir los terremotos

Desarrollan un hormigón más dúctil para resistir los terremotos


El hormigón es un material frágil ante las fuertes embestidas de un seísmo. El profesor Gonzalo Melián, de la IE Universidad de Segovia, acaba de presentar un hormigón autocompactable que resiste mejor las sacudidas sísmicas gracias a la adición de pequeñas fracciones de fibras cortas de polipropileno, que le hacen más flexible.
Un profesor de la IE Universidad crea un material ceméntico que soporta mejor las acciones dinámicas
Ensayo mecánico de hormigón elaborado con microfibras de polipropileno.
Japón, situado en la confluencia de tres placas tectónicas, destaca en el terreno de la construcción por la gran capacidad de resistencia de sus edificios. Aunque España no tiene los mismos riesgos sísmicos que la isla nipona, hay investigadores que tratan de conseguir materiales de contrucción más resistentes a los terremotos y el viento.
El trabajo de Gonzalo Melián, de la IE Universidad de Segovia, presentado en la revista Materiales de Construcción que edita el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), plantea la incorporación de pequeñas porciones de polipropileno –un polímero–, como complemento al acero que se introduce en el hormigón para hacerlo más dúctil. La publicación resalta que los aumentos de tenacidad son semejantes a los que presentan un grupo de hormigones reforzados con fibras, denominados ECC (Engineered Cementitious Composites), desarrollados en Estados Unidos.
Gonzalo Melián es doctor arquitecto por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y profesor de urbanismo en la IE Universidad, además de profesor visitante en la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala. Según explica a DiCYT, el hormigón es un material “frágil” que puede no resistir movimientos ocasionados por acciones dinámicas. El material ceméntico obtenido “soporta mejor” estas embestidas. En concreto, el nuevo material presentó mayor ductibilidad y endurecimiento por deformación en los ensayos a los que fue sometido para conocer sus propiedades.
Melián indica que al incorporar el polipropileno en forma de microfibras, el material “es capaz de resistir más”, al microfisurarse, lo que hace que resista la parte del edificio que integra, como, por ejemplo, un pilar.
Los hormigones se dosificaron empleando cemento pórtland con puzolana natural, áridos volcánicos de machaqueo y arena fina procedente tanto de dunas del desierto del Sáhara (de un milímetro máximo de tamaño), como de canteras y depósitos de Las Palmas de Gran Canaria, además de arena silícea ordinaria y cenizas volantes de una central térmica de combustible antracital. Todo este material es habitual encontrarlo en las contrucciones canarias. El investigador, que es natural de Canarias, quería obtener un material útil para esta comunidad autónoma, “aunque los resultados son extrapolables para cualquier otro lugar”.
La idea es que este material se utilice de forma complementaria al acero, que forma la ferralla interior del hormigón, aplicado tanto en elementos prefabricados como in situ en vigas, viguetas o pilares.
Más de mil ensayos mecánicos
Para conocer las características del nuevo material de construcción desarrollado por Melián, el investigador lo sometió a más de mil ensayos mecánicos y físicos. Concretamente, los trabajos se dividieron en tres tipos: mecánicos estáticos, mecánicos dinámicos y físicos. En el primer grupo se realizaron pruebas de compresión, fricción indirecta y flexión a tres y cuatro puntos. En el segundo, ensayos de flexión a cuatro puntos. Entre las pruebas físicas se incluyen ensayos de compactación y ultrasónicos.