viernes, 10 de junio de 2011

El CERN retiene átomos de antimateria durante más de 16 minutos

En un artículo publicado en la última edición on line de Nature Physics, el experimento ALPHA del Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN) informa que ha conseguido atrapar con éxito átomos de antimateria durante algo más de 16 minutos (1.000 segundos), lo suficiente para estudiar sus propiedades en detalle. ALPHA es parte de un amplio programa del desacelerador de protones del CERN para investigar los misterios de la antimateria, una de las sustancias más elusivas de la naturaleza.
Experimento ALPHA. Imagen: CERN
Vivimos en un Universo aparentemente hecho de materia, aunque en el Big Bang materia y antimateria habrían existido en cantidades iguales. Parece que la naturaleza tiene una ligera preferencia por la materia, que permite existir a nuestro Universo y todo lo que lo compone. Uno de los métodos para investigar esta preferencia de la naturaleza por la materia es comparar átomos de hidrógeno con sus homólogos de antimateria, y esto es lo que hace que el resultado presentado hoy sea importante.
“Podemos mantener átomos de antihidrógeno atrapados durante 1.000 segundos”, explicó el portavoz del experimento ALPHA en el CERN, Jeffrey Hangst, de la Universidad de Aarhus (Dinamarca). “Es tiempo suficiente para comenzar a estudiarlos, incluso con el pequeño número que podemos retener hasta el momento”.
En el artículo, publicado el 5 de junio en Nature Physics, se informa de que alrededor de 300 antiátomos capturados han sido estudiados. La captura de antiátomos permitirá estudiar con precisión el antihidrógeno utilizando la espectroscopia láser o microondas para que pueda ser comparado con el átomo de hidrógeno, uno de los sistemas mejor conocidos en Física. Cualquier diferencia debe ser evidente bajo un cuidadoso examen. Asimismo, atrapar antiátomos podría aportar una aproximación complementaria para medir la influencia de la gravedad en la antimateria, que pronto será investigada por el experimento AeGIS utilizando antihidrógeno.
Otra importante consecuencia de la captura de antihidrógeno durante periodos largos es que los antiátomos tienen tiempo de volver a su estado fundamental, lo que permitirá al experimento ALPHA realizar las medidas de precisión necesarias para investigar la simetría conocida como CPT. La simetría en Física describe cómo son los procesos físicos bajo determinadas transformaciones. C, por ejemplo, consiste en intercambiar las cargas eléctricas de las partículas, P es como mirar una partícula en un espejo mientras que T se refiere a la inversión del sentido del tiempo.
Individualmente, cada una de estas simetrías está rota (los procesos no siempre son los mismos). Sin embargo, la simetría CPT en conjunto establece que una partícula que se mueve a través del tiempo en nuestro universo debe ser indistinguible de una antipartícula moviéndose hacia atrás en el tiempo en un universo espejo, algo que se piensa es perfectamente respetado por la naturaleza. La simetría CPT exige que el hidrógeno y el antihidrógeno tengan un espectro idéntico.
“Cualquier indicio de ruptura de la simetría CPT requeriría un serio replanteamiento de nuestro entendimiento de la naturaleza”, dijo Hangst. “Pero la mitad del Universo ha desaparecido (la antimateria), así que algún tipo de replanteamiento ha de hacerse”.
El experimento ALPHA comenzará a realizar medidas en antihidrógeno capturado a finales de este año. El primer paso es iluminar los antiátomos capturados con microondas para determinar si absorben exactamente las mismas frecuencias (o energías) que sus contrapartes de materia.
“Si se choca el antihidrógeno capturado con la frecuencia de microondas justa escapará de la trampa y podremos detectar su aniquilación, incluso de un solo átomo”, explicó Hangst. “Esto ofrecería la primera mirada al interior de la estructura de antihidrógeno, el elemento número uno de la tabla periódica”.
En el experimento ALPHA participan instituciones científicas de Dinamarca, Suecia, Reino Unido, Israel, Estados Unidos, Canadá, Brasil y Japón.

sábado, 4 de junio de 2011

“La emisión de radiación de los móviles es mucho menor que hace diez años”


La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) afirmaba ayer que la radiación de los teléfonos móviles podría ser cancerígena. Uno de sus investigadores, Robert Baan, explica a SINC que, en su opinión, se deberían adoptar medidas para reducir la exposición en niños. Aun así, Baan recalca que la tecnología ha mejorado mucho desde que se realizaron estos estudios.
Una de las medidas preventivas podría ser, según Baan, reducir el uso de los móviles, “sobre todo en niños”. Imagen: Quinn Aya.
“Esperamos que las autoridades de salud pública tengan en cuenta esta clasificación y propongan medidas para reducir la exposición a este tipo de radiación”, señala a SINC Robert Baan, investigador de Monográficos de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), organismo dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El experto justifica así la clasificación de los campos de radiofrecuencia electromagnética como posiblemente cancerígenos para los humanos, realizada por el IARC. Estas radiaciones están asociadas al uso de teléfonos móviles.
Una de las medidas preventivas podría ser, en opinión de Baan, reducir el uso de los móviles, “sobre todo en niños”. No obstante, el experto advierte de que “la tecnología se ha desarrollado considerablemente desde que se realizaron estos estudios, y la emisión de radiación de los móviles modernos es mucho menor de lo que era hace diez años”.
Desde el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, piden “precaución ante este tipo de informaciones”, según han declarado a SINC.
Posible evaluación en el futuro
En cuanto al momento de la publicación de estos datos, Baan afirma que han esperado hasta que el resultado del estudio Interphone, coordinado por el IARC, estuviera disponible. Este trabajo, publicado en la revista International Journal of Epidemiology, se puso en marcha en el año 2000, y coordinaba un conjunto de estudios de casos y controles de 13 países.
En estos momentos, existen estudios en curso como por ejemplo, Mobi-kids, sobre la relación entre el uso del móvil y el cáncer cerebral en niños. “Dependiendo de las nuevas informaciones, el IARC reevaluará este tipo de radiación en el futuro”, asegura